Bodega Clandestina
Ferran Lacruz, un joven agricultor y enólogo que trabaja alrededor de 8 hectáreas de nuestras uvas locales en Sant Martí Sarroca, un pequeño pueblo ubicado en el corazón de la región vinícola del Penedès.
Ferran creció en esta parte de Cataluña, y desde pequeño fue seducido por el paisaje, la belleza natural y la importancia de la producción de vino en la cultura. Estudió turismo en la universidad, lo que lo dejó sintiéndose insatisfecho.
Con un amigo, comenzó un proyecto llamado “Bodega Clandestina“. Una bodega natural que quiere estar fuera de cualquier denominación de origen o regulación, para no tener ninguna barrera para imaginar y crear. Esta pequeña bodega quiere realizar vinificaciones pequeñas y precisas con uvas procedentes de una agricultura limpia y respetuosa.
Con el compromiso de producir vinos naturales limpios, muestra obsesión por mantener la estructura del vino y evitar la oxidación excesiva. Cosecha manualmente con cajas de 18 Kg y trabaja con levadura silvestre.
Le gusta ver evolucionar sus vinos y le encanta usar muchos materiales para envejecerlos, ánforas, damajuanas, barriles,… Tiene una curiosidad infinita y por eso no está poniendo límites para seguir intentando cosas nuevas.
No se agrega ningún aditivo a los vinos ni sulfitos. Le gusta ver una evolución natural en ellos, pero quiere que evolucionen correctamente, no filtran ni clarifican, para mantener la estructura y protección del vino.
2018 fue muy intenso para ellos ya que fue su primera cosecha. Una cosecha llena de sentimientos, aprendizajes, emociones y muchas historias que quieren compartir a través de los vinos.
¡Son jóvenes, salvajes y libres!