La Sorga
Anthony Tortul trabajó en algunas regiones del sur de Francia antes de decidir trabajar por sí mismo. Él es un négociant, compra uvas de varios viticultores en diferentes regiones del Languedoc (y más allá) y vinifica en su bodega en Béziers. Es extremadamente riguroso en su selección de viñedos y busca un terroir excepcional y, por supuesto, una viticultura orgánica y/o biodinámica. Desde 2013, Antony ha comenzado a vinificar uvas de sus propios viñedos ¡Produce muchos vinos diferentes!
Nacido en Foix, Ariège, un pequeño pueblo de los Pirineos, Anthony Tortul fundó La Sorga en 2008. Originalmente, con el objetivo de producir una gama de vinos blancos naturales de los mejores viñedos del Languedoc, visitó viñedos orgánicos y biodinámicos en toda la región. Sin embargo, cuanto más veía, más se enamoraba, y pronto se comprometió a hacer tintos, blancos, burbujas rosas y, a veces, vinos de cosecha tardía.
Actualmente, Anthony Tortul trabaja con nueve viñedos repartidos por Aude y Herault, con un total de 25 ha. Ha recolectado alrededor de 40 viñedos diferentes de diferentes terruños, variedades de uva y edades de viñedo (entre 40 y 110). Los suelos aquí son tan variados como la geología, incluyendo arcilla calcárea, lutita, basalto, arena y granito.
«Me encantan los viñedos, especialmente los viñedos muy viejos«, dijo, «por eso trabajo con muchos campos pequeños con muchas variedades antiguas».
Al cosechar manualmente su fruta en cajas de 15 kg, en La Sorga se trabaja con racimos enteros y sin control de temperaturas de sus fermentaciones, todo lo cual se hace por separado antes de mezclar. Los rendimientos son muy concentrados (¡15-23 hl / ha en años muy generosos!) Y requieren un envejecimiento prolongado en el tanque.
La filosofía de La Sorga está en las palabras de Anthony que nos dijo: «El objetivo es apegarse al terroir. Para mí, natural significa nada agregado. Si hay aditivos, no se puede decir que [el vino] es natural … Prefiero dejar de hacer vinos que poner aditivos en mis vinos».
