Collecapretta
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Collecapretta
La familia Mattioli reside en la pequeña aldea que los romanos antiguamente llamaban Collecapretta (colina de las cabras) desde el siglo XII. Durante generaciones, los Mattioli han cultivado las escarpadas laderas del extremo sur de Umbria. Ubicada a las afueras de Spoleto, en el burgo casi imposible de encontrar llamado Terzo la Pieve, la finca actual ocupa apenas 12 hectáreas. 2 hectáreas plantadas con una mezcla de olivos locales, 5,5 hectáreas de farro y otros cereales antiguos, y unas 4,5 hectáreas de viñas autóctonas.
Vittorio Mattioli, su esposa Anna y sus hijas Annalisa y Beatrice viven en el pequeño pueblo, con vistas al valle, con los altos Apeninos y el Gran Sasso al fondo. La altitud supera los 500 metros y los suelos son una mezcla de arcilla rica en calcio y hierro con afloramientos de toba y caliza travertina. Aunque la producción total de Collecapretta es de tan solo unas 8000 botellas en un buen año. La familia opta por vinificar diversos cuvées con la esperanza de expresar al máximo el viñedo y las variedades de uva.
Todos los vinos se elaboran de forma muy similar. La fermentación natural se lleva a cabo en depósitos de cemento abiertos, sin control de temperatura ni adición de azufre. Posteriormente, los vinos envejecen durante distintos periodos de tiempo en cubas de cemento revestidas de vidrio o en tanques de resina antes de ser embotellados, en sincronía con el ciclo lunar menguante. Toda la agricultura en los viñedos es completamente natural; solo se utiliza compost elaborado con sus propios animales para favorecer la salud de las vides.
Generalmente disponemos de pequeñas cantidades, pero no pierda la oportunidad de probar por primera vez estos vinos de extraordinaria pureza.