Borgoña Blanc 

Establecida en 1937, la Denominación de Origen Controlada Borgoña se extiende a los departamentos de Yonne, Côte-d’Or y Saône-et-Loire. Es un vino de iniciación, que se abre a las AOC Villages, Premiers Crus y Grands Crus. Si el Chardonnay ofrece la misma partitura a la orquesta, las notas que proporciona varían según el origen de la botella, la edad de la vid y la añada.

Esta denominación siempre nos sirve como carta de presentación del vigneron; en este vino entenderemos sus intenciones, sus vinificaciones, su trabajo en viña, si compra o no compra uva. Aunque suene fácil decirlo, se siguen encontrando grandes genéricos a precios más que razonables.

No hace falta decir que para ser Borgoña Blanc la uva siempre será Chardonnay y esta denominación ocupa unas 850 hectáreas de viñedo.

Según su procedencia veremos que; si procede del Yonne, la chardonnay adopta aroma de pedernal y hongos; si proviene de la Côte d’Or, las sensaciones son más cremosas, mantequillas y un recuerdo al fruto seco; en cambio si proviene de Saône-et-Loire dejará ver su parte más floral.

La gran trampa de esta denominación, es que al ser regional, la uva puede venir de cualquiera de los sitios que ocupa esta misma. Así pues nuestro consejo es encontrar los vignerons más sinceros que consigan transmitir en un regional, la sensaciones del pueblo dónde se han elaborado.